Mi vecino es un Cyborg
¿Cómo están cambiando nuestras vidas los dispositivos electrónicos y la tecnología robótica? Muchos se lamentan de que una de las consecuencias de la llegada de los smartphones es que la gente conversa menos en persona.
En esta entrevista, Michael Chorost, un hombre que, tras quedarse sordo a los 30 años, decidió introducir un implante en su cerebro gracias al cual puede “oir”, puntualiza que esta tecnología le permite, precisamente, poder hablar e interaccionar normalmente con la gente que hay a su alrededor. Si no fuese por ese implante, estaría aislado y tendría serias dificultades para comunicarse.
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Chorost comenta que debemos pasar del debate “ético” sobre el uso de la tecnología, a un planteamiento más práctico: el uso de cada avance tecnológico conlleva unos riesgos, pero es importante evaluar también los beneficios que aporta y aprender a gestionar esos riesgos para poder aprovechar los beneficios.